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El té proviene de las hojas de un arbusto de flores blancas llamado Camellia Sinensis. Una vez que las hojas son estrictamente seleccionadas, se someten a distintos procesos de oxidación que permiten generar las diferentes varidades de té. Los tés que conforman el grupo de los “especiales” son el Té Blanco, el Té Verde, el Té Verde Citrus, y el Té Rojo. La diferencia entre todos ellos tiene que ver con el proceso de fermentación y el momento de la cosecha.
té rojo
En estuches de 20 saquitos x 1,5 gramos.
El té rojo tuvo su origen en el condado de Pu-Erh, en China y fue elegido por muchos emperadores. Luego de la recolección de las hojas, las mismas son guardadas en barricas de madera noble durante muchos años, por lo que las hojas (y la bebida) adquieren un color rojizo y un sabor original.
té blanco
En estuches de 20 saquitos x 1,5 gramos.
El té blanco, originario de las altas montañas de la provincia china de Fujian, es conocido como el té de la inmortalidad y la juventud eterna. Para este té se recogen los brotes más jóvenes, antes de que se abran, que surgen al principio de la primavera y son tratados especialmente para conservar aún mayor cantidad de antioxidantes, vitamina C y flúor.
té verde citrus
En estuches de 20 saquitos de 2 gramos.
El té verde citrus es una alternativa ideal para cualquier momento del día ya que combina los beneficios del té verde con delicadas notas cítricas.
té verde
En estuches de 20 saquitos de 2 gramos.
El té verde tuvo su origen hace más de dos mil años en China y se obtiene a partir que las hojas frescas recién cosechadas son tratadas con vapor para evitar su fermentación, por lo que conservan una mayor cantidad de antioxidantes, vitamina C y flúor.